Aunque el inquilino haya contratado la opción de rescate de fianza, seguirá siendo responsable de la fianza y de las reparaciones en caso de daños.
En caso de siniestro, el inquilino debe hacer una declaración a su aseguradora de fianza.
Si el seguro cubre el motivo, podrá ser indemnizado si envía la factura pagada de las reparaciones a su nombre.
Por tanto, el hecho de que un inquilino haya contratado esta opción no cambia nada para el propietario.